Reconciliándose con el pasado, el Virrey Martín Enríquez de Almansa.

Escudo de D. Martín Enríquez de Almansa, como aparece en su retrato*

l gobierno de Martín Enríquez de Almansa en México se inició el 5 de noviembre de 1568 y culminó doce años después, antes de ser promovido al virreinato del Perú. Diversos autores concuerdan en que esta larga administración fue hábil y benéfica.
Su primera preocupación como virrey de la Nueva España fue combatir a los piratas ingleses que amagaban las costas del Golfo de México. Intervino también en las disputas entre los obispos y las órdenes religiosas debidas a que, acatando las disposiciones reales, se obligó a los frailes a dejar en manos de sacerdotes seculares la administración de las parroquias, a lo que se oponían los primeros pretextando el trabajo que desarrollaban entre los indios y la protección que brindaban a los pobres.

Don Martín Enríquez de Almansa, 4º Virrey de la Nueva España (1568-1580)
Óleo sobre tela, Colección del Museo Nacional de Historia, Castillo de Chapultepec.

Entre sus actos más sobresalientes se encuentran:

• Fundó Hospitales para la atención de indígenas enfermos y los exentó del tributo.
• Comenzó la edificación de la Catedral Metropolitana. 
• Funda la Ciudad de Celaya.
• Desalojar un puesto de piratería que habían establecido los ingleses en la Isla de Sacrificios, desde donde atacaban a los barcos que entraban o salían de la bahía. Los españoles ganaron la batalla de San Juan de Ulúa y entre los piratas o corsarios que fugaron derrotados estaban los famosos Francis Drake y John Hawkins.
• Organizó una campaña militar contra los huachichiles, indios chichimecas que amenazaban los centros mineros de Querétaro, a consecuencia de la cual fundó en Zacatecas los presidios de Ojuelos y Portezuelos y en Guanajuato el de San Felipe.
• Se creó formalmente el Tribunal del Santo Oficio o la Inquisición, llegando en 1571 el primer inquisidor Pedro Moya de Contreras. En 1574 se efectuó el primer auto de fe en Ciudad de México, en el que se castigaron a 63 penitentes.
• Ingresaron nuevas órdenes religiosas, como las de los Hospitalarios de San Hipólito y la Compañía de Jesús en 1572. Los hospitalarios levantaron el Hospital de San Hipólito, y los jesuitas abrieron el Colegio de Pátzcuaro, en 1574.
• Se fundó el Convento de religiosas de Balvanera con el título de Jesús de la Penitencia y el Colegio de Santa María de Todos los Santos, que en 1700 fue declarado colegio mayor.
• Comenzaron las obras de construcción del Convento de la Merced.
• Comisionó a los indios la construcción de obras defensivas destinadas a evitar las constantes inundaciones provocadas por el desborde de los ríos del valle de México durante la época de las lluvias.
• Obligó a los españoles a pagar a los indígenas un jornal justo.

En reconocimiento a sus méritos, tras doce años en la Nueva España, Felipe II lo nombró virrey del Perú. 

Falleció en Lima el 12 de marzo de 1583. En cumplimiento de su última voluntad, su cadáver fue depositado en el Convento de San Francisco de Lima. El arzobispo Mogrovejo puso el siguiente epitafio sobre su tumba:

"Hoy (12 de Marzo) murió el Virrey, de que ha tenido esta ciudad grande sentimiento y por su salud se hizo procesión general, fuera de otras muchas particulares que se hacían cada día y mañana se hará el entierro con mucha solemnidad, donde irá el Concilio y todas las Ordenes. Ha perdido esta tierra mucho en faltarle tal persona, por la mucha cristiandad y buen celo que tenía de acertar a servir a Nuestro Señor y favorecer las cosas de la Iglesia y socorrer las necesidades de los pobres, a que acudía con muchas veras. Nuestro Señor lo tenga en el cielo".

*Escudo mantelado, 1º y 2º en gules lar armas de Castilla. Mantel de plata un león pasante de "oro"**.

**Es poco probable que fuera de oro ya que es un metal sobre otro metal, así que lo interpreté como: "al natural" de igual manera es un poco extraño así que probablemente el león era de gules o de púrpura, cuestión del pintor del retrato. Por eso aquí dejo otros dos diseños.

Firma de Don Martín Enríquez

+Los escudos que aparecen en estas entradas son de mi autoría y basándome en las imágenes de los mismos que aparecen en los retratos de los virreyes, se les suplica dar crédito.+

"A superbia initium sumpsit omnis perditio"